Escoger la escuela de los hijos siempre será un momento en el que los padres duden. Así como los sistemas de educación apropiados, cada detalle importa para que los padres transmitan seguridad y tranquilidad al niño.
Más allá de pensar en la estructura, la carga de estudios en horas y la localización, es importante que la familia encuentre una escuela que también se enfoque en sus expectativas, bien sea en relación a la forma de ver el mundo, o a lo que los padres quieren para la formación de su pequeño.
Estar alineado a los valores y a la metodología de la escuela es muy importante. Para ayudar a los padres que dudan acerca de cuál es la mejor opción para su pequeño, reunimos ocho de las líneas pedagógicas principales adoptadas en las escuelas.
1. Sistema educativo tradicional
La línea tradicional data del siglo XVIII y surgió con el objetivo de universalizar el conocimiento. Es el sistema educativo más popular aún en la actualidad. Tiene un enfoque dirigido a la transmisión de contenido y su objetivo principal es preparar a los alumnos para la educación secundaria.
Los profesores tienen la función de transmitir conocimiento por medio de clases principalmente expositivas. Los alumnos son evaluados periódicamente con pruebas escritas sobre los contenidos y, si no alcanzan la puntuación mínima necesaria, deben volver a cursar una materia. Su desventaja es que limita la autonomía de los alumnos.
2. Sistema educativo comportamentalista
Es un sistema muy vinculado al de la línea tradicional; persigue el objetivo de que los alumnos adquieran comportamientos deseados, que se definen de acuerdo con necesidades sociales determinadas.
La enseñanza se planifica muy bien, con el desarrollo de materiales institucionales. En este sistema el profesor es responsable de transmitir conocimientos y controlar aspectos como el tiempo y las respuestas de los estudiantes, a través de una retroalimentación constante con ellos.
La evaluación se realiza mediante pruebas y los resultados son recompensados. Como en el sistema tradicional, usualmente se pone un límite a la independencia y el criterio de cada niño.
3. Sistema educativo constructivista
En el sistema constructivista, a diferencia de lo que ocurre en la línea tradicional y la comportamentalista, los alumnos tienen un papel activo en su propio aprendizaje y construyen su conocimiento, característica de la que se deriva el nombre.
Los profesores asumen un papel más dirigido a funcionar como mediadores que como poseedores de conocimiento.
En esta línea se fomenta la autonomía de los niños: el conocimiento se proporciona por medio de la formulación de hipótesis y la resolución de problemas.
La metodología explora elementos artísticos para ir más allá de las clases y conferencias. La idea que sigue este abordaje es que los niños aprendan cosas nuevas partiendo de lo que ya conocen. En un sistema constructivista, es posible que algunos pequeños den señales de rebeldía.
4. Sistema educativo democrático
En contraste con la línea tradicional, en el sistema democrático el alumno es la figura central y puede escoger la forma en la que desea aprender los contenidos necesarios para su formación, sin un cronograma con patrones establecidos.
El profesor tiene el papel de facilitador. Junto con los alumnos, padres y otros funcionarios de la escuela, tiene derecho a participar en asambleas y reuniones que involucran a toda la comunidad escolar en las decisiones.
Basada en la Escuela Summerhill inglesa, que surgió en 1920, con este abordaje se pretende eliminar las pruebas. Las evaluaciones se realizan por medio de participación y trabajos, que pueden ser escritos o artísticos. Se fundamenta en la libertad de los alumnos para elegir. Existe la posibilidad de que haya alumnos que muestren algún grado de indisciplina.
5. Sistema educativo Montessoriano
Es un sistema desarrollado por la doctora y educadora italiana Maria Montessori a inicios del siglo XX. Propone que los alumnos descubran cosas y aprendan a través de la experiencia práctica y la observación, con respeto al ritmo de cada uno.
El educador tiene la función de guiar, orientar y proponer actividades motoras y sensoriales.
Los salones de clase suelen tener máximo 20 alumnos y se pueden organizar por series o grados, como en la línea tradicional, o por ciclos, con niños de diferentes edades en la misma clase.
Diversos materiales de estímulo están siempre disponibles en el aula y se permite a los niños decidir qué harán durante el día. Sin embargo, es necesario cumplir con los módulos obligatorios para avanzar en el programa de estudios. El enfoque se dirige a la responsabilidad por el aprendizaje pero, al combinar diferentes ciclos, se corre el riesgo de que algunos niños se retraigan.
6. Sistema educativo Waldorf
Se trata de un sistema creado por el filósofo austríaco Rudolf Steiner en 1919. La línea Waldorf considera al alumno en su totalidad: cuerpo, alma y espíritu. Los ciclos son definidos por cada 7 años: de 0 a 7, de 7 a 14 y de 14 a 21 años de edad.
Para cada una de estas etapas, los alumnos tienen un tutor fijo que los evalúa, principalmente, por medio de las anotaciones que hace durante las clases. No se repite ningún ciclo porque el abordaje se hace tomando como base el desarrollo biológico de cada estudiante.
La alfabetización comienza en el segundo ciclo, después de que los niños cumplen 7 años. El primer ciclo tiene como fin el desarrollo integral de la temprana infancia, con énfasis en las artes y en trabajos manuales y corporales. Hay un estímulo a la imaginación a través de juguetes simples y poco estructurados, y la participación activa de la familia es fundamental. Por ser un sistema basado en ciclos, para algunas personas la educación de los alumnos se percibe como un proceso lento.
7. Sistema educativo Freiriano
Las ideas del educador brasileño Paulo Freire son la base de la línea Freiriana, orientada al proceso de alfabetización y que toma en cuenta los aspectos sociales, culturales y humanos de cada alumno.
El niño tiene un papel fundamental en el proceso de aprendizaje y siempre se le debe escuchar, para que el profesor encuentre la mejor forma de ayudarlo a ganar confianza y comprender el mundo a través del conocimiento.
En este abordaje la educación es una forma de liberar y cambiar a las personas y, en consecuencia, el mundo. Se defienden aspectos como el sentido común, la humildad, el respeto, la tolerancia y la curiosidad, pero puede dejarse a un lado el impulso a la disciplina.
8. Sistema educativo Reggio Emilia
Surgió en Italia después de la Segunda Guerra Mundial como una propuesta del pedagogo Loris Malaguzzi, quien defendía que el conocimiento de los alumnos se debe obtener mediante la observación y la experimentación.
Malaguzzi afirmaba que la curiosidad es un factor básico para que los niños aprendan, pues de ella depende la exploración que hagan y que sus intereses se fortalezcan; con base en esto, en el sistema Reggio Emilia se otorga especial importancia a la luz y el espacio por servir como estímulos sensoriales que aumentan la concentración de los niños al jugar y los ayudan a establecer sus propias conclusiones.
Este sistema pedagógico también da especial importancia a cada niño como protagonista de su propio aprendizaje, impulsando la visión de que el docente debe fungir como un guía que fomente el trabajo cooperativo entre los alumnos para que ellos adquieran aprendizajes y conocimientos.
Este sistema es el implementado en el Colegio Pedregal ya que fomenta la autonomía y la experimentación desde edades tempranas para formar individuos integrales. Para nosotros las necesidades de cada pequeño, va más allá de recibir conocimientos, es brindarle la capacidad de formarse un criterio propio.
Como parte de esta metodología, impulsamos las actividades extra académicas que incluyen deportes e idiomas que les permiten conocer y experimentar diferentes momentos y situaciones.